Carnet de conducir

viernes, 17 de abril de 2009

El día que en la autoescuela explicaron que detrás de un balón siempre viene un niño, y que por tanto es importante frenar y anticiparse a la posibilidad de un atropello, Joaquín estaba algo despistado mirando el escote de su compañera de pupitre y lo entendió al revés, es decir, que detrás de un niño siempre viene un balón. En consecuencia, cada vez que un niño cruzaba la calle delante de su coche Joaquín frenaba presto y no reemprendía la marcha esperando que pasara el balón. Huelga decir las molestias que eso acarreaba al resto de automovilistas. Pero Joaquín, ajeno al sonido de los cláxones y a los variados improperios, esperaba pacientemente a que pasara algún balón. Sin embargo, esto nunca sucedía y Joaquín comenzaba a pensar que ya iba siendo hora de revisar las normas de circulación.
Hasta que un día Joaquín vio pasar el balón justo delante de su coche. No le importó no ver al niño antes, me habré despistado, pensó. Tuvo solo que frenar un poco para ver cómo el balón cruzaba lentamente la calle botando y se quedaba parado junto a la acera. Pues tenían razón en la autoescuela, se dijo. Para no impacientar a los conductores que se acercaban por detrás, Joaquín aceleró a tope.

3 comentarios:

Elevalunas Ecléctico dijo...

Entender las cosas al revés puede llegar a ser algo absolutamente creativo, y no siempre termina en atropello. "¿Ah, sí?" Dirán algunos. "Po zí". Afirmo yo.
Un saludo a Lucía. Bueno, mejor un beso. Bueno, mejor...

maljenio dijo...

¿Cada vez más negro? Pero esta vez, opino como Elevalunas, tampoco lo vas a conseguir.
Detrás de la pelota saldrá un musculitos sin edad determinada, ya hay más que niños. Y a lo peor, con suerte para ti, no lleva puestas las gafas.
De todas formas, no acabará mal, los despitados suelen tener más de un ángel de la guarda.

Lucía dijo...

"Bueno, mejor..." ¿qué?. A ver si lo voy a entender al revés y termino además atropellada.Un beso para ti también.

 
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