Alguien que se aleja

sábado, 28 de marzo de 2009

a ver si así te atropello
no es que quiera ir tan deprisa
adelantando las promesas las viñetas

el poniente no me toca porque conduzco
de soslayo
a ciento cuarenta más o menos

la tristeza es una foto movida
no se quedan
ni los campos de cereales
a ver cómo la noche se recuesta en los grillos

todavía puedo llegar lejos
aunque la música es breve
y me deja líneas discontinuas en las lágrimas

me extraña que todas las curvas sean impares
y me duerma solo a ratos

con las manos algo inciertas agarrando un beso

y los frenos balanceándose
como un cuarto de sobra

tengo solo un momento para quedarme solo
para dejarme atrás y acelerar un poco
si puedo.

8 comentarios:

Elevalunas Ecléctico dijo...

No sólo la vida con sus guiños estúpidos
te llevará a la lágrima fácil y al desmayo.

No sólo el oscuro
beso
que recibimos los domingos
te mecerá en las sombras
de la corriente que no seguiste
ni de lejos.

(Cualquiera se monta ahora contigo en el coche después de leer este poema)

Ana dijo...

Es maravilloso, y terriblemente triste.
¿Correr?
Para alcanzar los sueños, para detener el tiempo, o para perderte en él.
Hermosa sensación cuando se acerca la noche.
No es lo mismo, pero el resultado sí, ¿Has probado con el scalextric?

Anónimo dijo...

Triste viaje a ninguna parte, es inútil correr con el coche para escapar de uno mismo, quizás consuela como a ése que hablaba de amor a las estatuas.¡Qué buenos esos versos!

maljenio dijo...

Yo no conduzco, pero me atropellaron una vez, si eso vale, (solo un poquito).
Me gusta mucho este poema, así que espero que vuelvas pronto.

YO dijo...

Debería coger el coche y alejarme, seguro que me despejaría un poco, llevo unas horas que tengo ganas de desaparecer.Bonito poema.

Anónimo dijo...

¿Cómo es el dicho?
Dios los cria... Y ellos se juntan.
¿Hay alguien que no quiera salir corriendo?

agoneluz dijo...

Probé con el scalextric, pero no cabía en los coches. Los únicos que me condujeron a algún sitio fueron los coches de choque de las ferias, y me llevaron a urgencias con unos cuantos chichones.
Sí, es inútil escapar de uno mismo, pero sigo intentándolo.

Lucía dijo...

Elevalunas, me encantas.

 
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