miércoles, 14 de abril de 2010
Una fría mañana de abril de 1839 un apuesto joven recién casado, minutos antes de batirse en duelo tras verse envuelto la noche anterior en una trifulca callejera, dibujó con su espada en la corteza de un árbol un corazón atravesado, con el nombre suyo y el de su amada, como último mensaje de amor para su dulce esposa por si acaso la suerte no le sonreía. Su adversario, hombre muy hábil y experto en este tipo de combates, en otro árbol cercano dejó también un corazón atravesado, sin nombre alguno. Como era de esperar fue el que a la postre más conmovió a la esposa del primero.
27 comentarios:
Creo que ahora sí: El corazón que atravesó el adversario era el del muchacho recién casado ¡Seré boba! Y tú... un poco macabro sí que eres, admítelo.
A lo mejor es de pega, Lucía, como el del leñador de Blancanieves.
Y después el apuesto joven se escapa y desaparece.
Casi todos los corazones son de pega.
¿Macabro yo? Que una jauría de lobos famélicos y desdentados me devore lentamente las entrañas si eso es cierto.
¿Hay alguna forma de distinguir a los que sí de los que no?
Me refería a sin sacarlos.
Y si te vuelvo a ver pintar un corazón con tu espada en el árbol, te voy a dar... (etcétera)
Querida Ana, no hay corazones de pega. Pero limpiando un pollo me di cuenta de que sí son pega-josos.
(Vaya chiste malo. Si no hay nadie que lo mejore gano yo)
Gracias por lo de "querida", Lucía.
Tienes razón ninguno es de pega, ni siquiera el del cuento, pero algunos pegan más fuerte que otros.
Mis 10 points para ti.
los corazones no son de pega, lo que puede ser de pega es lo que nos interesa mostrar de ellos
Mierda, y yo que estaba pensando desenamorarme, "para tener la alegría de enamorarme otra vez".
Muy flamenco
¡Que suerte! Ya quisiera yo.
¿Enamorarte? ¿Desenamorarte?.
Lo sigo pensando, y aún no lo sé.
Dependiendo de tu situación actual, lo debes tener claro.
Si estás con alguien con quien sólo te une las obligaciones, desenamórate.
Y si no estás con nadie y no estás enamorado, enamórate; no sabes lo que te pierdes.
¿Depre quizás?
Quizás, gracias.
Cuídate, Anónimo. Y si no, hay profesionales.
Anónimo, Patricia tiene razón. Una "depre" te hace sentirte muerto en vida, y no hay nada peor.
Gracias de nuevo a las dos, pero no es para tanto, sólo pensaba.
Mejor así; no sabes cu´´anto me alegro.
No sé si la depre viene por el hecho de ser anónimo o uno es anónimo por tener la depre. En cualquier caso siempre es mejor tener un nombre al que acudir. Saluki, es agradable volver a leerte. Bienvenida, Patricia. Ánimo, anónimo.
Yo creo que anónima (está claro que es chica) se muere por ti, Agone. Por eso se esconde y otras veces dice cosas no muy bonitas, para captar tu atención o por desdén, quién sabe.
Ay, el amor, el amor, el amor...
¿Y si te buscamos novia a ti, Agone? Me ofrezco de candidata (como Elev no me hace ya caso...)
¿Alguien más?
Quizás Lucía tenga razón, y anónima esté más que colada por ti, Agone.
Lo siento Agoné, me gusta ser anónimo y no es que no te quiera es que no sé si eres mi tipo.
La próxima vez pensaré en voz baja o estas chicas conseguirán que acabe con depre, que cambie de género y hasta de especie.
Anónimo, se dice cambio de sexo no de género. Con eso de mal llamada violencia de género, todo se empieza a confundir.
En cuanto a Agone, para saber si es tu tipo o no, tendrías que intentarlo.
Agone, qué suerte que estés tan disputado entre Lucía y anaanónima.
Curiosa la palabra de verificación (loquerse).
¿Como segundo plato, Lucía? No, no, no. Mejor déjame entonces para los postres.
No importa, sigue siendo anónimo, anónimo. Yo intentaré mientras tanto no cambiar mi tipo.
Vaya suerte, sí.
Definitivamente, hay que desenamorarse para tener la alegría de enamorarme otra vez.
Publicar un comentario