Si no puedes alcanzarla

sábado, 13 de junio de 2009

un hombre sencillo
camina plácidamente como alguien
que ha perdido las llaves de un sucio apartamento

como alguien
que tiene las manos en los bolsillos
y no teme nada
al doblar una esquina

la luna sirve de cuenco a un gato no llueve
porque aún no hay gente triste en las ventanas
se plantea –ya dije plácidamente

como una posibilidad entre dos inviernos
como una página apenas subrayada
qué sería de aquella mujer de piernas ávidas

y de suave balanceo
en el límite del naufragio

-plácidamente ya dije qué sería
de aquella mujer

si de repente
tropezara.

12 comentarios:

Elevalunas dijo...

A veces, cuando paseo por las húmedas calles de Pontevedra, me da la sensación de que estoy en Alicante; en cambio, cuando recorro las empinadas callejuelas de Alicante, me parece que estuviera en Navalcarnero. No sé por qué me ocurre esto, si son simples fantasías de la conciencia o acaso es que no uso un calzado adecuado a mi pensamiento.

Anónimo dijo...

Algunos andamos como patos y no con suaves balanceos. Por experiencia, las manos mejor fuera de los bolsillos.

Ana dijo...

Muy placidamente, sí. Pero si no puedes alcanzarla, o no está a tu alcance prefieres que se caiga, ¿No?

Anónimo dijo...

Ana, tal vez ella se lo ha buscado. No se puede arriesgar tanto.

Anónimo dijo...

A veces tendríamos que arriesgarnos, si merece la pena.

Ana dijo...

Demasiadas variables para opinar, ¿Sobre tacones?, debe ser el calor.
¿Arriesgar? No suele haber demasiadas oportunidades pero tampoco a veces muchas opciones.
Hoy la optimista, no soy yo.

agoneluz dijo...

A veces algunas personas tropiezan porque no llevan un calzado adecuado a su pensamiento. Otras por querer llevar tacones sin saber utilizarlos. Hay quien va descalzo por la vida, que sería lo mejor siempre que no hubiese chinchetas. Las alpargatas te deparan una vida plácida pero aburrida. Las chanclas exigen ser hortera. En lo que a mí respecta, estoy pensando en quitarme por fin los patucos porque empiezan a apretarme algo en los pies.

Me pregunto qué habrá hecho Elevalunas con Lucía.

Anónimo dijo...

¿Desde cuándo llevar una vida plácida es aburrido? Alguien, por querer volar alto con alas de cera terminó mal. Cuidado.

Dédalo dijo...

Cuidado, sí, aunque si no fuese por Ícaro y sus deseos de volar nadie se acordaría ya del pobre minotauro.

Anónimo dijo...

Con el trabajo que me cuesta decidir que me pongo si además tengo que pensar todo esto,creo que mejor me quedo en casa.

agoneluz dijo...

"Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo." Óscar Wilde.
Ya que estábamos con la literatura...

Si te quedas en casa, no te pongas alpargatas. Ah, y procura no perder ningún dedo de los pies.

Anónimo dijo...

Lo intentaré, ahora que han empezado a gustarme.

 
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