martes, 13 de enero de 2009
te saludo con una inclinación
o una tentativa de homicidio
a ti
también
y a ti que caminas
hacia un reguero de pólvora / todos
los días llueve
debajo de los puentes y yo
calado hasta los huesos
esperando una bala perdida
un episodio
que tenga tu ropa en los créditos
cuánto amanece si amanece uno solo
aún así te confieso
que no sé dormir
a tu lado
si me tocas.
5 comentarios:
Unas mañanas animadas.
¿Tristeza o añoranza?
Ni solo, ni acompañado, ¿Nunca duermes?
Se me ha olvidado decir que me ha gustado.
Y que pareces conocer muy bien a las de quince, ¿No?
Jo, que bonito, snif snif snif, no tengo palabras
Lo del agua parece un aspecto importante en tu consciente. Tu subconsciente debería ponerse un traje de buzo y explorar...
Tienes razón, Ana, ni solo ni acompañado, ni playa ni montaña, ni chándal ni corbata, ni chicha ni limoná. Duermo bastante, aunque últimamente se me queda un ojo abierto por miedo a que me atrapen los sueños. A las chicas de quince es imposible conocerlas, ni ellas lo hacen, pero yo de mayor también quiero tener quince, no sé si sabré.
Pues es verdad que hay agua, pero a lo mejor está demasiado turbia para verla con traje de buzo. Exploro pero sin traje, a ver si así ahogo de una vez el subconsciente.
Linda eres, Sete, gracias.
Publicar un comentario