sábado, 14 de febrero de 2009
sobre todo después de tocarte los muslos
navegar en un barco hacia dentro
y dejarte en la orilla cansada
en el trigo esta tarde solo cabe tu pelo
y el viento
se mueven las espigas buscándote los panales
y las onomatopeyas
igual que yo cuando te miro detrás de una sombra
abanderado con un pezón tuyo en los dedos
y los terrones parecen de azúcar
y huelen las cigarras a campo florecido
si morir es un estado de lujuria
porque nada lo refrena
y puestos al fuego todos tus brazos son rescoldos de luz
hagámoslo otra vez
aquí dormidos cuidándonos la hierba y los dulces cardenales
desandados e inventándonos los cuerpos
pálidos y sucios
irisados
desnutridos
felices.
8 comentarios:
Para Ángel..., también.
plas plas plas
¿Quién está jugando al golf en mi jardín?
breathtaking
criado por cuervos no tuvo ojos.
aqui dormimos cuidandonos la hierba y los dulces cardenales.
Vaya ¿un psicólogo?
Elevalunas, a ver quién es capaz de llegar al hoyo dieciocho.
Para susto, el que me dio la arañita. Un poco más y tiro el ordenador al suelo
Muy bonito. Tan real y tan irreal que duele. ¿No?
Elevalunas, eso te pasa por presumir de jardín y de portátil, a mí me ocurrió igual, pero al mío no hay quien lo tire. ¿Sabes que se puede jugar con el cursor y la arañita?
¿El dolor viene por algún pellizco en el pezón? ¿El muslo, quizá no depilado? ¿La araña buscando en que letra enganchar su trampa? Alguna recomendación al autor del poema: algo más que cardenales, por lo menos nuncios; y llévate algo para comer entre pezón y pezón. Eso si, terminas, feliz. Gracias.
Publicar un comentario